CosasdeSuperheroes: Pequeños placeres culpables: Los Fantasmas de Gaunt

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Los Fantasmas de Gaunt, una serie de novelas bélicas que se han convertido en unos pequeños placeres culpables desde el cuadragésimo milenio.

Por Javi Jiménez

El Primero de Tanith estaba a punto de abandonar su mundo tras la ceremonia de fundación. Las gaitas sonaban, los hombres estaban despidiéndose de su tierra y sus gentes. No es fácil abandonar tu propio mundo y menos cuando te marchas para combatir a los terroríficos (y numerosos) enemigos del Dios-Emperador. Mucho peor es que el día de tu partida se desate el infierno en tu propia tierra y acabe reducida a cenizas y todos los componentes del primero de Tanith huérfanos para siempre. Solo gracias al coronel-comisario Gaunt estos Fantasmas lograron sobrevivir como único recuerdo vivo de su tierra.

Dan Abnett se encarga de contar las aventuras de este grupo de soldados de la Guardia Imperial. Para aquellos que no conozcan el universo de Warhammer 40 000, la Guardia Imperial es el mayor ejercito de la Humanidad. Básicamente los soldados normales y corrientes que entregan su vida para engrasar la máquina de guerra del Imperio. Eso sí, muchas veces utilizados como poco más que carne de cañón contra enemigos como los tiranidos (una copia de los Aliens), Orkos o su archienemigo: el Caos, poderes malignos que corrompen a los hombres de buena voluntad.

Poco se habla de Dan Abnett como el autor increíblemente prolífico que es, sin contar sus trabajos en los cómics y otros, dentro del Universo de Warhammer 40K ha escrito nada menos que 33 libros y buena parte de ellos forman parte de la saga de Los Fantasmas de Gaunt.

Esta saga de novelas están centradas en las aventuras y desventuras del regimiento del Primero y Único de Tanith y su líder Ibram Gaunt. Cómo podéis esperar, la mayor parte de la narración la componen principalmente relatos bélicos en mundos exóticos, muchas veces en condiciones extremas. Historias de alambradas, sangre, Caos, heroísmo y muerte.

Estos libros llegaron a mis manos puramente por casualidad, ya que era aficionado al Warhammer y un día las encontré en la estantería de una librería y decidiera darles un tiento. Mucho tiempo después, se han convertido en un pequeño placer culpable. Seamos sinceros, no se puede esperar alta literatura de estas novelas y sin embargo consiguen engancharme. No se exactamente lo que tienen, quizás sea esa atmósfera lúgubre en la que unos personajes increíblemente carismáticos luchan por sobrevivir cada día en un mundo en el que una bala perdida te puede atravesar la sesera en cualquier momento.

O quizás sean las tramas políticas en las que Gaunt se suele ver envuelto como rara avis de oficial para el que sus soldados son algo más que números. El caso es que no puedo evitar devorarlas. Meterme en la trinchera con los verghastitas, mirar a través de la mira de francotirador de Larkin, tomar un buen trago de sacra con el sargento Corbec, disparar una pesada arma automática con Varl o tocar una melodía que inspire valor con Milo.Aunque página tras página esté sufriendo con ellos, viendo explotar a sus compañeros, sufriendo cuando no utilizan sus habilidades de infiltración y acaban en las trincheras luchando como hi de putas.

Igual es mi lado friki que puede disfrutar de una parrafada sobre cómo es el mantenimiento de un rifle láser, cómo se lleva a cabo un bombardeo orbital o disfruta con el uso y disfrute de armas pesadas. Lo único que hecho de menos son enemigos más diversos, con la excepción de algún relato, solamente se enfrentan con las fuerzas del Caos que están invadiendo el sistema de Sabbat. Me quedo sin saber lo que debe sentir un soldado de la Guardia cuando tiene que enfrentarse a una invasión tiranida. Lo que si tenemos es variedad de escenarios bélicos, muy alejados a lo que podemos encontrar en la tierra pero sin embargo con ese sabor común de la guerra.

Dan Abnett no será el mejor escritor del mundo, pero ha conseguido dar a estas novelillas el tono y el ritmo perfecto para camelar a este pobre friki, incluso consiguiendo que acabe sintiendo cada una de las perdidas y las victorias de los Fantasmas.

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