CosasdeSuperheroes: ZN Top: Los 31 Mejores Cómics de 2014

Del mismo modo que lo hicimos el pasado año, el staff de Zona Negativa dedicamos buena parte de nuestras fiestas Navideñas a ofreceros lo más selecto que nos dio el cada día más lejano año 2014. En lo que respecta a cómics, esto ha supuesto analizar una una diferentes parcelas como Marvel, DC o el Manga. Pero como nada está completo sin una aproximación global al medio que durante más de 15 años llevamos dedicando a nuestro tiempo, hemos decidido dejar atrás las barreras entre nuestros diferentes departamentos para elegir solo lo mejor de lo mejor, independientemente de si se trata de americano con sus dos grandes compañías de superhéroes o todas esas otras cada día más valoradas, europeo con especial atención al español, del lejano oriente o desde otras localizaciones de más allá del Atlántico.

Todo ello en un 2015 que ha comenzado empañado por incidentes de la gravedad del acaecido en las oficinas de Charlie Hebdo, en el que el los desencuentros entre comunidades incapaces de dejar atrás sus diferencias solo han traído desgracias para los integrantes de las mismas. Deseando que pasen pronto todas estas tensiones y enfrentamientos que solo sirven para empañar un medio que se supone debería suponer el hermanamiento a través de una afición que nos divierte y enriquece, solo no queda celebrar el arte mismo, a la espera de que el año se enderece más pronto que tarde.

Para compartirlos con todos los que estáis y disfrutáis intercambiando vuestra opinión sobre este hobby curtido en viñetas tanto como nosotros, estos han sido los 31 cómics elegidos por el equipo de Zona Negativa como lo mejor de 2014:

Ojo de Halcón de Matt Fraction y David Aja: A pesar de su errática cadencia de publicación, la etapa del equipo de El Inmortal Puño de Hierro a cargo de las aventuras del arquero de los vengadores vuelve a ser nuestra favorita, a falta de dos números para su conclusión. Con Kate Bishop ganándose nuestro amor incondicional como heroína de alquiler en la Costa Oeste y Clint y familia defendiendo su edificio de la mafia del chándal, la desbordante creatividad con la que Fraction y Aja continúan dando forma a una etapa histórica de las que crean escuela, y gracias a la cual Ojo de Halcón ha pasado de ser un ilustre secundario a convertirse en uno de los superhéroes más estimulantes del mercado actual.

Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples: Tirando abajo cualquier imagen idealizada del amor imperecedero frente a la adversidad, continúan las desventuras de Marko y Alana, en medio del entorno hostil de una guerra intergaláctica plagada de ambiciones, conspiraciones palaciegas e implacables caza-recompensas. En busca de un lugar seguro en el que criar a su hija, los protagonistas se enfrentan al mayor reto de su sacrílega relación: Ellos mismos. Todo, en esta absorbente historia de fantasía sin pelos en la lengua, con la que el guionista de Y, El Último Hombre y la dibujante de DV8: Dioses y Monstruos se han marcado uno de los mayores éxitos del mercado independiente desde tiempos de The Walking Dead.

Caballero Luna de Warren Ellis, Declan Shalvey y Jordie Bellaire: Con solo seis números, Warren Ellis ha construido una joya en bruto en la mejor reivindicación de la fascinante mitología de el puño de Khonshu que nadie haya sido capaz de realizar, desde que el desquiciado vigilante urbano del blanco impoluto se quedase huérfano de Dough Moench y Bill Sienkewicz. Condensando todo lo que le define y hace grande en seis chutes de adrenalina secuencial en forma de relatos unitarios, estamos ante un cómic crudo, implacable y directo a la médula, que se ha coronado como uno de los mejores ejemplos de narrativa en el cómic d superhéroes reciente, por cortesía de la simbiosis formada por Declan Shalvey y Jordie Bellaire.

Daredevil de Mark Waid y Chris Samnee: Por cuarto año consecutivo, las aventuras del diablo guardián se abren un hueco en lo más alto de nuestra lista, gracias al luminoso soplo de aire fresco que supuso la llegada de Waid. Con un Chris Samnee consolidado como uno de los grandes ejerciendo como su mejor aliado, el cambio de volumen trae consigo nuevos retos, con el traslado de Matt Murdock a San Francisco y un nuevo estatus que le ha obligado a reinventar su vida. Todo sin nunca perder ese desparpajo creativo que lleva caracterizando a la serie desde que cayó en manos de Waid.

Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang: En su último año al frente de las aventuras de la princesa amazona, estaba claro que la Wonder Woman de Azzarelo y Chiang tenía que estar. Una de esas etapas que dejan huella en los personajes y que ha supuesto la nota de elegancia en el catálogo de DC Comics durante los tres primeros años de los Nuevos 52. Mitología descarnada, deliciosamente construida, combinando la fantasía primigenea de los mitos griegos, con el gusto de Azzarello por las guerras de bandas y otros tejemanejes de índole interurbano, sin olvidar la energía del género de superhéroes.

Silver Surfer de Dan Slott y los Allred: El que la sigue la consigue. Si Slott ya intentó -lúcidamente- a Hank Pym en el Doctor Who del Universo Marvel en una interesante etapa del personaje pero nefasta de los Poderosos Vengadores, ahora vuelve a utilizar su aprendizaje como whovian para endosarle a Estela Plateada una companion, y aliarse con los Allred para dar rienda suelta a la vertiente más pop e imaginativa del universo Marvel. El resultado es una febril delicia creativa plagada de alienígenas imposibles, extraños planetas y la siempre delirante cotidianidad de las vidas corrientes de un universo construido sobre partículas Kirby y cotidianidad altisonante a lo Stan Lee.

The Cartoonist de Paco Hernández y Daniel Cardiel: La muchas veces difícil relación entre padre e hijo, y como en ocasiones nuestras frustraciones nos impiden valorar adecuadamente a la persona que nos ha dado la vida, a través de este relato de reencuentro que usa el mundo del cómic como escenario. Hijo de un famoso artista con quien apenas tuvo contacto, Peter se ve forzado a acudir a un homenaje dedicado a su padre en la San Diego Cómic Con, sin tener la sensación de haber conocido realmente al hombre que fue. Durante el camino, sus fans y aquellos que lo tuvieron idealizado como el genio que fue, le darán una nueva perspectiva sobre el solitario sacrificio del artista en una vida llena de momentos de gloria y lamentos personales.

Grayson de Tim Seeley, Tom King y Mikel Janin: La serie de moda en el nuevo catálogo de DC Comics, la transformación de Dick Grayson -el antaño sidekick de Batman más conocido como Nightwing o el Robin original- en superespía ha servido para que el triunvirato formado por Seeley, King y Janin recuperen la pasión por el cómic de superhéroes en su forma mas pura. Relatos unitarios repletos de ingenio, amorosamente ilustrados y deliciosamente escritos, para elevar a su protagonista como el estandarte de la DC más luminosa y alentadora. Todo lo que Superman querría ser, en forma de este idealista superhéroe obligado a infiltrarse en una red mundial de espionaje para poner a prueba su carácter a prueba de bombas.

Nowhere Men de Eric Stephenson y Nate Bellegarde: Toma el arquetipo de Los Cuatro Fantásticos y los Investigadores de lo Desconocido. Redúcelo a su forma más pura. Añádele unas gotas de Los Beetles. Reimagínalos dentro del entramado de las grandes multinacionales dedicadas al campo de la investigación científica de la actualidad, más la fascinación que despiertan algunos de sus grandes gurús. ¿El resultado? Un perverso relato de ciencia ficción sobre la humanidad como combustible del desarrollo científico, y la pérdida de la misma -física y mental- en la búsqueda de los grandes hallazgos como medio de enriquecimiento personal.

Battling Boy de Paul Pope: Cómic de aventuras en estado puro, al servicio de la desbordante imaginación y el vibrante ritmo de Pope. El hijo de un dios guerrero abandonado en un mundo plagado de sanguinarios monstruos, una tarjeta de crédito mágica, camisetas encantadas… Todos los ingredientes necesarios para para un irresistible espectáculo de acción sin descanso, en forma de relato iniciático con tintes mitológicos, en el que un joven héroe se abre paso en el mundo de los hombres a golpe de puños.

Miracleman de El Guionista Original, Grant Morrison y varios artistas: La reedición de Miracleman a cargo de Marvel Comics no puede dejar de abrirse paso entre nuestra lista de favoritos, en un año en el que además de los cómics originales a cargo de un señor con barbas con tendencias isleñas, hemos podido disfrutar de nuevas historias nunca antes publicadas, a cargo de artistas de la talla de Grant Morrison, Joe Quesada o el matrimonio Allred. Historia viva del género, imprescindible para cualquier amante del cómic.

Archer & Armstrong de Fred Van Lente: Valiant, el sello de moda entre los aficionados del cómic de superhéroes que buscan propuestas primorosamente cuidadas, con sabor clásico y que además traigan nuevos aires más allá de las inamovibles Marvel y DC, tiene su joya de la corona en la colección a cargo del que fuera guionista de Increíble Hércules. El brazo armado de un clan milenario y un inmortal de ambiciones terrenales, unidos en una imaginativa y disparatada red de referentes habituales del género con las que ofrecernos diversión sin pausa.

La Cosa del Pantano de Charles Soule, Jesús Saiz y Javier Piña: La unión entre el alterego de Alex Holland y Charles Soule, ha erigido al segundo entre las grandes promesas del cómic de superhéroes actual, gracias a su ingenio a la hora de aprovechar el vasto legado que habían dejado sus predecesores, para embarcarnos en un absorbente juego de poder entre seres elementales inmortales, cuyas habilidades flirtean con lo divino.

Al Este del Oeste de Jonathan Hickman y Nick Dragotta: Ya sea con The Manhattan Projects o esta que nos ocupa, las series de Hickman para Image siempre terminan abriéndose camino entre nuestra lista de favoritas. Tomando como base otra de esas ideas que el guionista concibió durante su pasada estancia en Marvel -aquel mapa de los Estados Unidos divido en distintas facciones tras la caída del Capitolio en su estancia en Ultimates-, su distópico western de ciencia ficción en el que la llegada de Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis trae consigo la división de los Estados Unidos en varias confederaciones al mejor estilo de Juego de Tronos.

Flash Gordon de Jeff Parker y Eva Shaner: El amor de Jeff Parker por el pulp se ha visto recompensado al recibir las riendas del mítico personaje creado por Alex Raymond, reimaginando el universo de Flash Gordon para Dynamite Entertaiment. El resultado es una delicia que poco tiene que envidiar al Rocketeer de Waid y Samnee, y que ha supuesto el descubrimiento de Evan Shaner como prometedor talento al que se le preveé un gran futuro.

Henshin de Ken Niimura: El dibujante de Soy una Matagigantes vuelve a la carga con este vendaval de energía y optimismo en la forma de un recopilatorio de historias cortas que Niimura ha realizado para el mercado japonés, con su peculiar realismo mágico repleto de humor, fantasía, pasión por la humanidad más pura y -sobretodo- los gatitos.

Hulka de Charles Soule, Javier Pulido y Ronald Wimberley: Nuestra abogada verde y soltera favorita hace ya años que nos conquistó el corazón. Retomando su faceta de abogada, desde una perspectiva más costumbrista que el disparatado tono satírico que tuviera su anterior etapa, Soule ahonda en los entramados legales del universo de ficción plagado de superhéroes y seres increíbles que componen los cómics de la editorial, y consigue que nos divirtamos con ellas desde un enfoque desenfadado y aventurero. Una excusa más para amar a Jen, y llevarnos su nueva serie hasta la intimidad de las baldas de nuestra habitación.

I am a Hero de Kengo Hanazawa: El manga de Hanazawa continúa su imparable senda para convertirse en un referente generacional para los amantes de las grandes intrigas sobrenaturales concebidas en el lejano Japón. Meticuloso hasta lo enfermizo y con una absorbente trama con la que va más allá de los clichés habituales del género de zombies, su obra se ha erigido como una montaña de emociones fuertes que amenaza con arrebatarle su trono a la obra de Kirkman.

Masacre de Jerry Duggan y Brian Posehn: A pesar de no llamar tanto la atención como otras cabeceras lanzadas entre cantidades ingentes de hype, el mercenario bocazas de Duggan y Posehn se ha erigido por méritos propios como uno de los grandes sleepers de la editorial de Axel Alonso. Y no ya solo sólo por conseguir hacer de Wade el segundo personaje en solitario más vendido de la editorial, sino por ver en el mucho más que un mero chiste con patas, brindándole un desarrollo al nivel de los mejores días de Joe Kelly y Fabian Nicieza. Humor, surrealismo, miseria, continuas coñas a costa del pasado de la editorial, rupturas de la cuarta pared, drama, creatividad desbordada y horror se dan la mano en una fórmula única que ha hecho suya la voz tragicómica del universo Marvel.

Las Meninas de Santiago García y Javier Olivares: Usando la mirada de uno de los mayores genios de la pintura para aproximarnos a una de las etapas más turbulentas de las historia de la España, García y Olivares ahondan en los entresijos del reinado de Felipe IV a través de los secretos escondidos en la más famosa obra de Diego de Velázquez, reeuniendo a algunas de las figuras públicas más relevantes de la época. Más allá del arte y de la Historia, la obra construye toda una mitología alrededor del enigmático cuadro, para erigirlo como el símbolo de una época en la que se avecinaban vientos de cambio.

Nuevos Vengadores de Jonathan Hickman y varios artistas: A falta de unos meses para que su etapa al frente de los héroes más poderosos de la Tierra concluya y se embarque en su ambiciosa trama que abarca todas las realidades del universo de Stan Lee, el favorito de nuestra redacción Marvel se abre un hueco en nuestra lista con los mejores cómics del año a través de la joya de la corona de Jonathan Hickman. Enfrentados a la madre de todas las crisis ambientales, las grandes mentes pensantes del universo Marvel se ven ante una de las más complicadas cuestiones morales que ningún superhéroe haya tenido que hacer frente, mientras el multiverso se colapsa ante la colisión de mundo tras mundo, en la muerte termodinámica de la realidad conocida.

Sex Criminals de Matt Fraction y Chip Zdarsky: La disparatada comedia sexual de aventuras que ha unido los destinos de Fraction y Zdarsky en cuerpo y mente continúa rompiendo moldes con su absoluta falta de tapujos, a través de las vivencias de Suzie y Jon, dos desconocidos que casualmente descubren que tienen el poder de detener el tiempo cuando tienen un orgasmo, y que se ven arrojados a un mundo de conspiraciones extrañas y las más extravagantes desventuras que se puedan concebir en el calor de tu sex shop habitual.

Solanin de Inio Asano: La insatisfacción y falta de metas de la juventud japonesa dentro de las milimétricamente engranadas máquinas en las que se han convertido las grandes urbes de la nación del sol naciente, a través de los ojos del autor de La Chica a la Orilla del Mar. Buscando respuesta a la colisión entre el brío de la juventud que comienza a extinguirse y la promesa de un futuro poco alentador, sus protagonistas se entregan a la música en un torrente de energía de los que dejan huella.

Trillium de Jeff Lemire: A pesar de haber perdido buena parte de su renombre respecto a los días de Sandman, Predicador o 100 Balas, el sello Vertigo continúa dejándonos pequeñas joyas puntuales como esta maxiserie escrita y dibujada por el guionista de Green Arrow y Animal Man. Responsable también de la sin par Sweet Tooth, Lemire nos narra una alambicada historia de amor más allá del tiempo y el espacio, entre un veterano de la primera Guerra Mundial en una expedición a través de los templos perdidos del Imperio Inca y una botánica del año 3797, en busca de una extraña flor.

The Wake de Scott Snyder y Sean Murphy: La familiaridad con personajes como Namor o Aquaman ha provocado que -ante los ojos de los lectores habituados al cómic de superhéroes- los secretos ocultos en las profundidades del océano sean recibidos con cierta desidia e impresión de vulgaridad. Dispuestos a sacarnos de nuestros error, Snyder y Murphy nos zambulleron en esta absorbente trama de ciencia ficción con reminiscencias a Abyss o Prometheus, en el que los misterios que se esconden en las profundidades de la masa acuosa que cubre tres cuartas partes de nuestro planeta esconden la clave de nuestro futuro.

The Walking Dead de Robert Kirkman y Charlie Adlar: Clásico entre nuestras selecciones, el festival de pollos sin cabeza de Robert Kirkman continúa irreductible, con el apoyo su exitosa adaptación televisiva y el más difícil todavía al que los supervivientes encabezados por Rick Grimes y familia hacen frente mes tras mes. En pleno apocalipsis zombie, el reto de esta veterana serie rumbo a convertirse en la más longeva del mercado actual consiste no en escapar de las fauces de los muertos vivientes que los persiguen, sino en cómo recuperar la humanidad perdida en el camino.

Blacksad: Amarillo de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido: Aunque en España salió a la venta a finales de 2013, el hecho de tener a nuestros redactores repartidos entre ambos lados del Atlántico ha hecho que a algunos sitios haya llegado más tarde por cortesía de editoriales como Dark Horse. Todo para poder disfrutar de la nueva entrega del detective antropozoomórfico más popular del cómic con origen español. Premio en el Salón Internacional del Cómic, la nueva aventura de John Blacksad lo lleva hasta mitad de ninguna parte en mitad de camino hacia Nueva Orleans, para resolver un crimen con tintes a Red Rock West y Carretera al Infierno.

La Liga de los Hombres Extraordinarios: El Dossier Negro de Alan Moore y Kevin O’Neil: Tras una larga espera a causa de problemas relacionados con los derechos de los personajes que aparecían en sus páginas, la más ambiciosa adición del bardo de Northampton a la saga de La Liga de los Hombres Extraordinarios llegó a nuestro país y no defraudó. Prosa, viajes a través de la historia de la literatura, gafas 3D, sátiras con tanta mala leche como falta de vergüenza componen este inenarrable Silmarillion de los superhéroes literarios de Moore.

Hechizo Total de Simon Hanselmann: El surrealismo extremo de las ¿aventuras? ¿miserias? ¿fumadas? de Megg, Mogg y Owl te deja tan noqueado que es imposible escapar de sus páginas. Cómic primario tal como sale de ahí a cargo del inclasificable artista australiano responsable de Girl Mountain, en esta psicotrópica sitcom erigida como retrato degeneracional de lo absurdo.

Murderabilia de Álvaro Ortiz: La deriva vital al servicio del arte de Ortiz, en un periplo hacia esa extraña meta que es ningún lugar concreto. Los dos gatos aparentemente normales de un familiar muerto son el detonante del inesperado viaje de Malmö Rodríguez, un joven sin oficio ni beneficio, que se ve atrapado en una extraña aventura salpicada de misteriosos hoteles, fetichistas del asesinato, colores pastel y el vivo color rojo de la sangre.

Zero de Ales Kot y varios artistas: La ciencia ficción más arriesgada, en el cómic responsable de catapultar a Ales Kot a lo más prometedor del panorama del cómic mainstream actual. Un protagonista: Edward Zero. Un escenario: El entramado de agencias de espionaje y operaciones encubiertas en el que se decide el destino de nuestro mundo. Un resultado: Trepidantes historias de acción alrededor de conceptos que desafían la ciencia contemporánea, con la que el guionista pone a prueba las posibilidades de la narrativa y el formato grapa.

Sobra decir que además de las citadas, podríamos haber incluido otras muchas más con las que la lista se habría hecho interminables. Obras como la Bella Muerte de Kelly Sue DeConnick y Emma Ríos, Bastardos Sureños de Jason Aaron y Jason LaTour, The Private Eye de Brian K. Vaughan y Marcos Martin, La Chica de la Orilla del Mar de Inio Asano, Mapache Cohete de Skottie Young, Batgirl de Cameron Stewart y Babs Tarrs, Mutiversity de Grant Morrison, AIDP: Infierno en la Tiera de Mike Mignola, Las Guerras Silenciosas de Jaime Martin, Rachel’ Rising de Tony Moore, o un largo etcétera más. Muchas de ellas aparecen en nuestra portada porque nos parecían demasiado importantes para dejarlas fuera del post. Otras es probable que ni siquiera las hayamos mentado o que incluso que ni siquiera las conozcamos. Para todas ellas, junto a las 31 que componen nuestra selección personal, no dudéis en compartir vuestra opinión, sobre cuales han sido vuestros cómics favoritos de 2014.