jueves, 22 de enero de 2015

Crítica: Capitán Harlock (2013)

Fernando Cantillo



Crítica: Capitán Harlock (2013)


Muchos recordaréis la serie animada (y manga) del Capitán Harlock, una especie de pirata espacial que, en pleno desacuerdo con los estamentos más poderosos, surge el espacio intentado que no le capturen mientras va “desfaziendo entuertos” al más puro estilo quijotesco.


De mucha popularidad en su tiempo (finales de los 70) y con la nostalgia como arma fundamental, decidieron realizar una película animada para la gran pantalla y, tras un largo periplo, llega a nuestras pantallas el próximo día 30 de enero, habiéndose estrenado ya en varios países e, incluso, habiendo pasado por Sitges.


Pero ¿qué nos podemos esperar de esta película? Pues una aventura épica y una técnica asombrosa. Los números cantan: 896 servidores usados, 250 TB, 5 años de producción, 806 máquinas para renderizar… Todo para intentar traer de vuelta la sensación que teníamos cuando veíamos o leíamos sus aventuras y proporcionar un nuevo héroe (antihéroe) al resto.



Con esta premisa, este era un reboot muy esperado y es lógico, el Capitán Harlock es un personaje magnífico, rodeado de una buena selección de secundarios y con toda la imaginería romántica propia de los piratas: parches, banderas con cráneos y tibias, espadas… todo ello con la tecnología actual de la animación. Y éste es, sin duda, su plato fuerte.


Porque el guión, sin ser aburrido en absoluto, es simple y llano, dejándonos prever lo que ocurrirá desde el primer momento (gran culpa la tiene también el diseño de cierto personaje secundario, al que debían haber dado un aspecto diferente). Veremos peleas con láseres y alguna con espada, mucha batalla espacial y bellos (y largos) planos muy propios del cine japonés. Pero es una historia con cierto aire pretencioso, con algo de mesiánico (vamos a salvar el Universo) que no llega a darnos todo lo que esperamos, aunque no deja de ser una buena historia.


El problema de la trama, además de lo previsible, es que el protagonista principal, Harlock, aparece poco y, cuando lo hace, prácticamente no actúa. Debemos esperar casi al final para verle en todo su esplendor. No obstante, no podemos negar que cada aparición (silenciosa) del capitán llena la pantalla.


Crítica: Capitán Harlock (2013)


Pero es su aspecto visual, su trabajo técnico, el que nos enamorará. La he visto en dos dimensiones y no lo puedo asegurar, pero a pesar de mi antipatía (con motivos) por el cine en 3D, creo que esta película podría ser una de las pocas excepciones que merecería la pena ver de ese modo.


Los personajes han sido diseñados de una forma que muchas veces parecen actores reales. Con un aspecto y una calidad que me han recordado a la técnica del largometraje también de animación CGI Final Fantasy (del ya lejano 2001), con unos rasgos hiper realistas y unos movimientos muy superiores a los de la media en animación.


Crítica: Capitán Harlock (2013)


Como he dicho antes, durante la película asistiremos a varias batallas espaciales, con un gran número de naves, y podremos observar el cariño y el cuidado que han puesto en cada una: los diseños, todos los detalles de cada una de ellas tanto su aspecto exterior como su interior (las galerías, la sala de control, incluso la sala de máquinas) podemos estar horas y horas admirando el trabajo de los diseñadores y los animadores en cada una de las naves que aparecen en la película.


Obviamente, se ha prestado mayor atención a la nave pirata del Capitán Harlock, la Arcadia, donde podremos disfrutar casi de una visita virtual por varias de sus estancias. Veremos con todo lujo de detalles el puente de mando, parte de sus interiores e, incluso, el enorme camarote del capitán. Y, por supuesto, su majestuoso exterior con esa conocida y enorme calavera de proa. Muchas de las apariciones de La Arcadia son, cuando menos, espectaculares, dejándonos ver todos sus detalles en una escena, casi al principio, en la que asaltan y abordan una nave enemiga, embistiéndola casi en cámara lenta, y se hacen con ella al más puro estilo pirata.


Crítica: Capitán Harlock (2013)


Eso sí, no esperéis una película de acción desenfrenada y peleas interminables y vertiginosas. Esto es el Capitán Harlock y recupera parte del ritmo pausado de la serie, con ese tono romántico y nostálgico que existe en la memoria colectiva cuando pensamos en piratas.




‘Space Pirate Captain Harlock’ es la historia de un grupo de renegados capitaneados por el Capitán Harlock. En realidad son gente que ama su planeta natal, la Tierra. Esta es una historia de un futuro muy lejano, en las postrimerías del siglo XXX, en el que Harlock y su tropa se enfrentan a un terrible enemigo que ha invadido la Tierra, la Coalición Gaia. Pero entre sus compañeros se infiltra un traidor.

Espectacular producción dirigida por Shinji Aramaki -‘Appleseed’- con guiones de Harutoshi Fukui. La película, de Toei Animation, ha utilizado el presupuesto más alto en su historia hasta el momento. ‘Space Pirate Captain Harlock’ está basada en el personaje del mangaka Leiji Matsumoto, cuya primera aparición se dio en 1977. Capitán Harlock se estrena en nuestro país el 30 de enero






Espectacular




Guión










Animación













3.7










Con un guión algo pobre, muy buen entretenimiento de excelente factura



7.4








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