martes, 16 de diciembre de 2014

Marvel Comics: Top 10 Mejores Series de 2014



Se acaba el 2014. El año de los Guardianes de la Galaxia. El año que Marvel Comics, tras más de veinte años y el esfuerzo de Joe Quesada, ha podido reeditar el Miracleman de Alan Moore. Y el mismo año que anunciaron la inminente publicación de cuatro series de Star Wars con sus mejores talentos al mando. Un año en el que la generación de títulos Marvel Now ! (con las grandes espadas asentadas) dio paso a la segunda oleada de cabeceras All-New Marvel Now !, muchos más secundarias en general y apelando a distintos centros del gusto de los aficionados. Un año que iba a ser el gran año de los Inhumanos, pero que acabó generando la mayor polémica creativa en la que se ha visto envuelta Marvel en los últimos años con la salida de Matt Fraction y el fichaje sorpresa de Charles Soule como su sustituto. Un año en que el best-selling Superior Spiderman concluyó orgánicamente con la trama planeada por Dan Slott para dejar paso a un nuevo volumen de Amazing Spiderman que rompió todos los registros. Un año en el que los grandes eventos se superpusieron, enlazando sin prisa pero sin pausa el Pecado Original de Jason Aaron y Mike Deodato (donde dijimos adiós al Vigilante), la Muerte de Lobezno (donde dijimos adiós, al menos por el momento, al mutante canadiense) o AXIS. Un año en el que la trinidad vengativa se vio alterada por completo con un nuevo Capitán América, una nueva Thor y un Iron Man muy cambiado. El mismo año que los Cuatro Fantásticos se vieron envueltos en multitud de rumores sobre su futuro como consecuencia de las guerrillas silenciosas en los grandes estudios cinematográficos. Un año que comenzó con una serie de los Guardianes de la Galaxia y que concluye con tres mas (Mapache Cohete, Legendario Star-Lord y Angela) y otras dos anunciadas a corto plazo. El año del gran desembarco de Nathan Edmonson en la Casa de las Ideas, con tres series de un notable nivel de calidad (Punisher, Viuda Negra y Deathlok). O el mismo año que Ales Kot se hizo un hueco entre los grandes gracias a su trabajo en Iron Patriot, Vengadores Secretos o Bucky Barnes: Winter Soldier. El año en el que el Universo Ultimate sobrevivió a Galactus y a una nueva y previsible cancelación que sigue orbitando en su horizonte. El año que Jason Aaron se despidió de la franquicia mutante por todo lo alto con la vuelta de Rondador Nocturno, que serviría para permitir el regreso del patriarca mutante Chris Claremont a los guiones Marvel. Y hablando de regresos, ¿Qué me decís de la vuelta de Jim Starlin por partida triple? El año del debut de Ms. Marvel, uno de los mejores nuevos personajes de la editorial en los últimos tiempos. Y todo en el mismo año que Masacre se casó (si, habéis oído bien) aunque acabaría perdiendo la cabeza en AXIS. El año en el que Axel Alonso, mandamás Marvel, declaró vía libre para la publicación de series protagonizadas por féminas. ¿Y hemos dicho ya que han vuelto a publicar el Miracleman de Alan Moore? El mismo año que mil y un Spiderman se han dado cita en un gran evento orquestado por el friki definitivo, Dan Slott. En definitiva, un buen año para Marvel Comics, que a buen seguro intentarán mejorar en 2015.


Desde Zona Negativa, hemos querido hacer un resumen de cuáles han sido las diez mejores series publicadas por Marvel en 2014, eligiendo lo mejor de lo mejor de todo el material publicado en los USA. Y con un empate técnico en la décima posición, a continuación os ofrecemos las series elegidas. En el cuadro de menciones de honor y a las puertas de quedar incluidas en este ranking, podemos encontrar productos como los Uncanny Avengers de Rick Remender, The United States of Murder, Inc. de Bendis/Oeming, el Daredevil de Mark Waid y Chris Samnee, el Ms. Marvel de Wilson o los Avengers de Jonathan Hickman. Y, dejando de lado la preocupante situación de la franquicia fantástica que tan solo cosecha votos por los X-Force de Simon Spurrier, cabe destacar que series en teoría populares como el She-Hulk de Charles Soule, el Silver Surfer de Dan Slott o el Magneto de Cullen Bunn reciben una sola mención (entre diez posibilidades para votar de cada redactor). Y es que ha habido mucho bueno donde elegir. Con todos ustedes, las mejores series Marvel de 2014.


Aviso de Spoilers : El artículo que sigue a continuación trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.


Elektra Mike DelMundo Miles Morales David Marquez Bendis


Elektra Natchios parece un personaje difícil de manejar. La ninja mercenario ex novia de Daredevil fue creada por Frank Miller en los años ochenta tomando de forma algo descarada elementos de la Sand Saref del Spirit de Will Eisner, con la intención de hacerla aparecer en el primer episodio del autor al cargo de los guiones, y luego olvidarse de ella. Pero Elektra cobró vida propia y se convirtió prácticamente en coprotagonista de la colección del cuernecitos hasta que sufrió una muerte impactante a manos de Bullseye. Y aunque Miller la retomase puntualmente después (con alguna obra maestra como Elektra Assasin o Elektra Lives Again), la idea era que a efectos de continuidad Marvel el personaje permaneciese muerto según un pacto no escrito entre editorial y autor.


Por ello, desde que Marvel decidiese unilateralmente traerla de vuelta en los años 90, una nutrida porción de los aficionados más dedicados han visto con malos ojos casi toda aparición de la melancólica y cruel morena de los sais. A pesar de que su popularidad entre el público más casual creció (convirtiendo al personaje a menudo en una mera poster girl) hasta el punto de dedicársele una película de infausto recuerdo, tampoco es que las cabeceras que se le han dedicado hayan tenido nada realmente especial.


Hasta ahora. En 2014, Haden Blackman y Mike Del Mundo han estrenado la colección All-New Elektra, y es espectacular. Las ilustraciones de éste último siguen la estela de Bill Sienkiewicz en Elektra Assasin, y los guiones de Blackman nos sumergen en un mundo muy personal al tiempo que perfectamente integrado en el universo Marvel: acción e introspección personal, mezcla nada fácil de hacer bien. Y vaya si está bien hecha. Tal vez ésta tampoco sea la Elektra de Miller, pero el tebeo es condenadamente bueno.




En 2014 hemos vivido otro relanzamiento más de la línea Ultimate. De los tres títulos publicados solo uno ha sobrevivido, que es, como en anteriores ocasiones, Ultimate Spider-Man. Por si no había quedado lo suficientemente claro, Brian Miachael Bendis nos recuerda por qué la cabecera que supuso su irrupción en Marvel sigue resistiendo en el despiadado mercado estadounidense. Y para quien escribe estas líneas, Miles Morales es definitivamente el Spider-Man definitivo. Después de la lucha contra Galactus en el evento Cataclismo, Bendis ha enfrentado a Miles contra el pasado del difunto Peter Parker de forma muy literal y también sorprendente.

Ultimate Spider-Man será el trabajo menos importante de Bendis para Marvel, pero no cabe duda que aquí es donde el guionista se esmera más. Es cierto, el ritmo de la serie no podría ser más lento. Pero cuando cada escena saca lo mejor del guionista, ¿a quién le importa? Miles, Ganke, Mary Jane, Gwen Stacy, la Tía May… Los personajes son el punto fuerte de la serie y la razón por la que no nos importa que Bendis dedique tantas páginas únicamente a sus diálogos. Y a diferencia de sus otras series, en Ultimate Spider-Man Bendis no ha perdido la capacidad de plantear historias interesantes. Si el año que viene no se deja llevar tanto por el descompressive storytelling estaremos hablando otra vez de una de las mejores series de Marvel.


En el apartado gráfico David Marquez se ha consolidado como uno de los dibujantes que mejor entienden a Bendis. Da igual lo que el guion exija, porque el dibujante puede con todo. Aún no se ha librado de cierto estatismo, pero en cada número el dibujante da lo mejor de sí mismo. Sin él, la serie no sería la misma.






Thor God of Thunder Jason Aaron


La carrera como guionista de Jason Aaron en Marvel es irregular (como la de casi todos los escritores indies que deciden probar suerte en la editorial).2014 es el año donde consiguió un crossover veraniego, Pecado Original, que no acabó de despuntar, y 2015 se presenta como el año donde tendrá que probarse como responsable de la próxima franquicia superventas: Star Wars . Y, mientras tanto, mantiene las riendas de la que quizás es su obra más completa en la editorial: Thor: God of Thunder, un título que nunca nos hubiéramos imaginado del creador de Scalped.


Tras un largo arco menos notable que nos llevó por la mitología de los reinos nórdicos, con Malekith como protagonista y creado para publicitar el filme y de paso volver a introducir al elfo en los cómics, Aaron volvió a brillar como nunca cuando el dibujante Esad Ribic (una de las grandes razones del éxito de esta etapa) volvió a su lado. Cuando Thor, después de un brillante interludio autocontenido con el arte de Das Pastoras, regresó a Midgard. Roxxon se convertía en una pieza clave en su camino, un elemento extraño que engalanó con tapaderas y ciencia-ficción la magia y mitología habituales. Galactus asola el futuro, un rico empresario convertido en Minotauro… la serie se volvió experta en dar empaque a conceptos completamente ajenos, sin olvidarse además de una de las estructuras más rompedora de la etapa Aaron: el protagonismo compartido del triunvirato de Thors temporales, el joven, el contemporáneo y el viejo.


Thor: Gods of Asgard ha finalizado. El dios del Trueno se quedó sin su martillo en Pecado Original y ahora es una misteriosa mujer quien porta el Mjolnir. Esad Ribic ha sido sustituido por Russel Dauterman (no menos espectacular pero opuesto en estilo). Pero, pese al cacareado relanzamiento, Thor es en su mimbre la misma serie. Tan divertida como seria. Llena de mitología y personajes carismáticos. Donde nunca sabes lo que esperarte o cómo se desarrollará el siguiente arco. Mientras Jason Aaron esté en el título, no habrá ninguna imposición editorial que temer.






Rocket Raccoon Skottie Young


El inesperado éxito de Los Guardianes de la Galaxia en el séptimo arte ha servido para motivar una situación editorial que nunca imaginaríamos. La cabecera es ahora una de las franquicias más nutridas de Marvel. Star-Lord, los Guardianes originales del año 3000, Angela y, en breve, Gamora, cuentan con su propia cabecera, aunque si una ha brillado con luz propia es es Rocket Raccoon, una alocada comedia gamberra de autor marca de Skottie Young.


El guionista y dibujante ha tardado un tiempo en encontrar su hueco en la primera plana de Marvel, pero, sus sobresalientes acabados para el mundo de Oz, le acabaron haciendo valedor de un proyecto con todas las de la ley. Mapache Cohete es rápida, fresca, divertida y diferente a cualquier otra cosa en las estanterías. Su protagonista es en su pluma tan carismático como su ya famosa versión cinematográfica. La serie tiene un poco para todos los lectores, tanto para nuevos curiosos que se acercan por primera vez a las viñetas como para los veteranos. Rocket Raccoon es Looney Tunes mezclado con La Guía del Autoestopista Galáctico. Al mismo tiempo, Young no desperdicia ningún elementos a su alcance. Sin llegar a saturar, la cabecera se beneficia de los conceptos asentados en la miniserie original de Bill Mantlo y Mike Mignola (de recomendable lectura en Guardianes de la Galaxia: Vida Pasada), durante Los Guardianes de la Galaxia de Dan Abnett y Andy Lanning, o incluso en el Deadpool de Daniel Way. El único requisito: no ser aburrido. Si hablamos de animales parlantes, mejor.


Young es un artista difícil de acoger en cualquier otro título de la Marvel tradicional. Exagerado, cartoon y colorista, su pincel no está hecho para todos los paladares. Mapache Cohete está hecha a su medida. El autor, por desgracia, no ha aguantado demasiado a los lápices, y a partir del número seis ya solo se dedica a los guiones. Marvel no está hecha para autores duales. Incluso si ese autor, uno que empezó haciendo grafitis, ha conseguido lo impensable: llevar al personaje antropomórfico más inesperado hasta el primer puesto de las ventas.




Superior Spiderman Dan Slott


Dan Slott lleva escribiendo a Spiderman desde 2008. En casi siete años, se ha ganado el odio y el amor de los fans a partes iguales. Pero su constante provocación y conversación con los lectores no ha pervertido su estilo. Su pasión ha dado para una de las etapas más originales de la historia del arácnido. Una que quedará en la memoria por su valentía. En 2014 logró salir ileso, y vencedor, de un doble salto mortal. La andadura de Otto Octavius como el Spiderman Superior llegaba a su fin y ahora, los que en su día echaron pestes por colocar al villano en la mente del trepamuros, le reclamaban que diera al Doctor unos meses más. Estaba a punto de reformarse. Ya no echaban de menos a Peter. Su carismática y prepotencia habían ganado a los fans.


A manos de Slott, un personaje creado en los sesenta se convirtió en la revelación de la década en Marvel. Un Octavius tan lleno de conflictos éticos como Peter Parker en sus mejores épocas. 31 números se hacían poco para esta historia autoconclusiva e interconectada de la que el guionista parecía tener pensados todos sus engranajes y desarrollo. Y entonces llegó Amazing, volvió Peter y Otto murió, y Slott volvió a sorprendernos. Es verdad que las revelaciones de Pecado Original podían no gustar a todos, pero la serie seguía tan fresca como siempre, y había un horizonte claro en mente: Spiderverse, la oportunidad perfecta no solo para recuperar al mejor Superior, sino para reencontrarnos con una suerte de Spidermanes paralelos que harían del evento uno de los crossovers más divertidos en años.


En pleno Spiderverse, y disfrutando como niños de esta huida mortal y a contrarreloj contra la familia Morlun, podemos confirmar que este ha sido un buen año para el trepamuros. Se llame Superior, Amazing, Spider-Gwen o 2099. El apetito de Slott por su héroe favorito no parece terminar.




Moon Knight Warren Ellis


Cuando se anunció que Warren Ellis iba a hacerse cargo de una nueva serie del Caballero Luna, las reacciones estuvieron lógicamente algo divididas. Por un lado estaba el entusiasmo de quienes veían la oportunidad de que alguien con el manifiesto interés de Ellis en el pulp pudiese plasmar sus magníficas ideas y escritura en un personaje tan imbricado en éste “género”, más allá de la somera y divertida visión de él que ofreció en sus guiones para Vengadores Secretos. Por otro, estaba la realista asunción de que nos íbamos a encontrar con una breve etapa de un trabajo alimenticio de un Ellis poco interesado y a medio gas. Resultó que ambas opciones eran correctas.


Porque si bien el escritor de Transmetropolitan estuvo aquí tan solo seis números y no nos dejó nada a la altura de sus andanzas de Spider Jerusalem, incluso algo hecho para pagar facturas cuando ha salido de un teclado como el suyo puede resultar magnífico.


Aunque su primera entrega fue algo rutinaria, ya en la segunda el título despega, experimentando con la narrativa de página y viñeta y dejando claro qué es lo que Ellis quiere hacer: demostrar que el formato grapa mensual no tiene por qué estar obsoleto, que se puede contar todavía una historia autoconclusiva de calidad en cada entrega, en contraposición a la tendencia de lanzar capítulos que son carne de ser leídos de seguido en un posterior tomo recopilatorio. Algo muy parecido a lo que ya hizo hace años en su Global Frequency. Con la ayuda de Declan Shalvey y Jordie Bellaire (por cierto, cada vez cobra más importancia el nombre del colorista en el resultado gráfico final de los tebeos, cada vez mas empiezan a ser estrellas por derecho propio), Ellis redefinió al personaje al tiempo que homenajeaba de forma inteligente a etapas anteriores del mismo.


Y a pesar de que efectivamente Ellis y Shalvey se mantuvieron tan solo seis episodios en la serie, marcaron cual sería la tónica y devenir de la misma. Cada pocos números un nuevo equipo creativo relevará al anterior siguiendo las directrices establecidas por Ellis. Y si de momento solo hemos visto la andadura de Brian Wood y Greg Smallwood (en el número 13 les sucederán Cullen Bunn y Ron Ackins ), por mucho que los sustitutos se hayan quedado con unos zapatos imposibles de rellenar, nos hemos quedado con una colección que sigue estando francamente bien con el intento de estar a la altura.




Secret Avengers Ales Kot


Concatenando cinco equipos creativos en sus cuatro años de historia, la colección creada por Ed Brubaker como variante de los Vengadores dentro del territorio del espionaje y la novela pulp ha sabido reinventarse a si misma a cargo de diferentes voces aunque -por una razón u otra, ya fuera la breveda de su duración o que su equipo creativo abandonase el barco antes de tiempo- ninguna termino de cuajar del todo. Tras echarle un cable a Spencer en el cierre del anterior volumen, el guionista de Zero Ales Kot se ocuparía del relanzamiento de la cabecera en pleno All-New Marvel Now!, con un cambio completo de registro.


Con un elenco prácticamente idéntico al de la etapa anterior, y asimilando elementos del Ojo de Halcón de Fraction y Aja, los Vengadores Secretos Ales Kot y Michael Walsh es el mejor ejemplo de como coger factores de aquí y allá para crear algo completamente nuevo. Algo nuevo y extraño, difícilmente de describir, pero a la vez repleto de magnetismo y misterio.


Compaginando referencias a la literatura de Borges con la psicodelia pop de los relatos de espías de los sesenta e intensísimas escenas de acción por episodio, Kot coloca a María Hill como epicentro de una trama tejida con armas de destrucción masivas llegadas encinta desde otras dimensiones, poetas genocidas que aspiran a la aniquilación del ser, bombas superinteligentes con crisis maniacodepresivas, chamanes al otro lado del mundo y continuos golpes contra la cuarta pared.


Una trama sin aparente lógica más allá de la del puro movimiento, pero que de alguna forma te atrapa irremediablemente como una melodía que se adhiere a tus centros auditivos sin que parezca tener fin. Con La Viuda Negra y Spider Woman realizando misiones suicida en trenes bala que se encaminan al oblivion a la velocidad del sonido, Nick Furia Jr. y el Agente Coulson realizando saltos al vacío desde más allá de la estratosfera y MODOK desafiando la cordura como aliado de SHIELD, la colección se ha ganado por méritos propios el título como una de las colecciones más singulares y -a la vez- adictivas y sugerentes de la Marvel actual.




Miracleman Marvel Comics


El comienzo de 2014 nos ha traído algo largamente esperado por muchos aficionados. Nos ha traído la reedición de Miracleman. Este hecho puede resultar trivial a algunos, pero es de una importancia capital en la industria del cómic. Tras décadas de ausencia de las estanterías sin que muchos aficionados pudiesen consultarla, una de las obras más importantes de Alan Moore, una que marcó el deconstructivismo del género superheroico junto con Watchmen, Dark knight returns o Marshall Law, vuelve a estar disponible. Se han pedido -y pagado- cantidades obscenas de dinero por los viejos números atrasados de su edición de Eclipse de los años 80, haciendo inaccesible un producto que cualquiera que desease saber del medio o simplemente disfrutar de un magnífico cómic debería poder encontrar con facilidad.


Miracleman (Marvelman originalmente) fue una creación editorial británica hecha para sustituir la ausencia de cómics del Capitán Marvel que publicar en la pérfida Albión en los años 50. Era un plagio descarado del pupilo del mago Shazam que con los años también desapareció. Pero cuando Dezz Skinn decidió a principios de los ochenta montar Warrior, su propio magazine de cómics fuera de la Marvel UK que había abandonado, creyó hacerse con los derechos del personaje para revitalizarlo. Para ello contó con una estrella emergente del panorama inglés, un tal Alan Moore que ya había mostrado interés en retomar a Marvelman en una clave desmitificadora con influencias del Superduperman de Harvey Kurtzman y la novela Superfolks de Robert Mayer. Pero la obra de Moore dejó atrás la intención abiertamente paródica de estos precedentes y se embarcó en un relato oscuro, frío, realista, terrorífico, con tintes Nietszchianos, existencialistas y de ciencia ficción nada habituales en el género por aquel entonces.


Mike Moran era un cuarentón de vida mediocre que soñaba reiteradamente con volar. Un día recuerda la palabra mágica que de niño le transformaba en el superpoderoso Marvelman, una existencia fantástica que había olvidado por una explosión. Pero lo que recuerda, las aventuras narradas en aquellos inocentes tebeos de los años 50 demuestran esconder terribles verdades, que combinadas con su aparición (y la de otros como él ) en el complejo mundo real de los años 80 cambiarán de forma traumática todo lo que le rodea.


Moore y sus compañeros dibujantes (Garry Leach y nada menos que Alan Davis) creyeron que Skinn les había cedido los derechos del personaje cuando empezaron a publicarlo en EEEUU con la editorial Eclipse (y tuvieron que cambiarlo de nombre a Miracleman para evitar litigios con Marvel; Irónico considerando cómo acabaría desarrollándose todo), y tras concluir el de Northampton su andadura con el personaje, le cedió su parte de los mismos a Neil Gaiman para que continuase contando historias con él. Cuando Eclipse quebró, Todd McFarlane creyó que se hizo con tales derechos en subasta y se los ofreció a Gaiman a cambio de los de Angela, a quien el escritor de Sandman creó para la serie de Spawn. Pero el trasvase nunca llegó a materializarse, Gaiman y McFarlane acabaron yendo a juicio. Marvel ofreció ayuda legal al primero y se descubrió que Dezz Skinn en realidad no había tenido nunca los derechos de Marvelman para empezar, a pesar de estar convencido de ello, así que toda esta cadena estaba rota desde el comienzo. La editorial negoció con todos y cada uno de los autores que habían tenido alguna participación en este culebrón legal y consiguió hacerse finalmente con la propiedad de Miracleman, aparte de con la de Angela, y reeditarlo, prometiendo Gaiman que acabaría sus historias inconclusas.


Solo a nivel de interesado en el medio, dada su tortuosa historia, ésta recoloreada reedición ya es interesante aunque Moore haya solicitado como parte del trato que su nombre no aparezca en los créditos. Pero es que aunque haya sido canibalizada hasta la saciedad por todas las que vinieron después, a pesar de que haya perdido por sobreexposición el impacto de la novedad de sus elementos en los años ochenta, sigue siendo una lectura magnífica, con dosis perfectamente medidas de intelectualidad y entretenimiento para un resultado que, si bien para algunos puede no ser fresco, ya ha quedado grabado en la historia del noveno arte.




Superior Foes of Spiderman


Cada cierto tiempo, los lectores de Marvel Comics disfrutamos de obras en las que guionistas cargados de ingenio extraen oro de personajes secundarios que hasta entonces no le importaban demasiado a prácticamente nadie. Gente como Fabian Nicieza en Nuevos Guerreros, Peter David en sus X-Factor o Kurt Busiek en Thunderbolts, y a los que ahora hay que sumar el nombre de Nick Spencer gracias a esta delirante serie protagonizada por los más inútiles y patanes rivales de Spider-Man.


Organizados por primera vez por El Escarabajo en los tiempos en los que Tom DeFalco se preparaba para tomar las riendas de la compañía, aquella suerte de Seis Siniestros de Todo a 100 que fue el Sindicato Siniestro llegaría incluso a protagonizar un par de mini-series allá por los locos noventa, basando su encanto en el nulo perfil de sus protagonistas. Reapareciendo en varias colecciones hasta que la mayoría de ellos volvieron a coincidir en lo Thunderbolts durante las etapas de Nicieza y Jeff Parker, su recuperación como unos imposibles aspirantes a Seis Siniestros que nunca terminaban de encontrar un sexto miembro que cumpliese como tal en el Superior Spider-Man de Dan Slott, fue la excusa para que el guionista de Ladrón de Ladrones se embarcase en una nueva serie protagonizada por ellos.


Con el dibujante de Los Lobos de Alabastro Steve Lieber a los lápices, la mejor forma de describir Enemigos Superiores de Spider-Man es como una suerte de Sospechosos Habituales en el que los hermanos Coen o Wes Anderson hubieran suplantado a Bryan Singer, convirtiendo a sus protagonistas en una caterva de impresentables, tan cobardes y buenos para nada, como encantadoramente despreciables. Unidos por una lealtad más falsa que el presunto final de la crisis, y con un improbable Boomerang como protagonista central, el mayor acierto de la serie Spencer y Lieber es conseguir que nos preocupemos y sintamos empatía por este elenco de criminales fracasados, por muy abyectos que estos sean (o por muchas patadas a la continuidad que pueda haber a la hora de presentarlos).


Bebiendo claramente del Ojo de Halcón de Fraction y Aja, pero con un tono más disparatado y satírico, la serie embarca a El Conmocionador, Demonio Veloz, la Escarabajo de Ed Brubaker, el Overdrive de Slott y el citado Boomerang en la búsqueda de un esquivo conejo blanco, para darse de bruces con la mitad de las organizaciones criminales de Nueva York, cuando no con antiguos compañeros, intereses románticos o superhéroes urbanos.


El resultado es una de las series más desternillantes y divertidas que se hayan publicado durante este presente año, superando los trece números que inicialmente tenía prevista, pata terminar conluyendo en 17 hilarantes números. Muy en la línea de la JLI de Giffen y DeMatteis como bien señalase uno de nuestros ilustres comentaristas, la serie sabe congeniar brillantes momentos de lucidez creativa, con otros de humor deliberadamente patán, para conseguir que esta panda de pertinaces incompetentes conquiste nuestra complicidad a golpe de carcajadas y humanidad. Tan despreciable y rídicula como descacharrantemente entretenida, pero humanidad a fin y al cabo.




Hawkeye David Aja Matt Fraction


¿Otra vez en la lista de los mejores del año? Hawkeye sigue siendo de los mejorcito de Marvel (y la industria norteamericana) a pesar de su errática publicación. Lo admitimos, es desesperante esperar meses enteros para el siguiente número. Pero no digáis que la espera no vale la pena. La serie tiene más personalidad que el 90% de sus rivales, y se nota que sus autores disfrutan con su trabajo. Narrar las aventuras de Katie Bishop y Clint Barton debe ser un buen trabajo.


2014 es el año en que David Aja se dejó la piel en dibujar un excelente número mudo. Nada de diálogos, solo lenguaje de signos e información visual para comunicarse con los lectores. Imposible no sentirse amargado al pensar que dibujantes como Aja son la excepción en un mercado más preocupado por la rapidez que la calidad. Annie Wu también se merece reconocimiento por sus números. Se ha erigido como una más que digna sustituta de Aja.


Hay quien acusa a Matt Fraction de hípster, de escribir guiones cuya única finalidad es molar y vanagloriarse de ser tan rompedor. Y puede que sea cierto; quizá el guionista escribe la serie sentado en una cafetería Starbucks, con un iMac último modelo y luciendo un jersey de cuadros y gafas gruesas. Pero ¿a quién le importa? Seguro que esos detractores son fanáticos de la Distinguida Comptencia a los que la envidia les corroe por dentro. Los guiones de Fraction no son perfectos, no lo negaremos, pero siguen siendo parte esencial de la serie. Hawkeye es por encima de todo la serie de sus autores y no de la editorial. Por eso amamos tanto la serie en Zona Negativa. Que tarden lo que tengan que tardar Fraction y Aja (con Wu todavía no ha habido problemas de puntualidad). Ésta es una serie que recordaremos durante mucho tiempo.




New Avengers Jonathan Hickman


Y el ganador es… New Avengers. La serie regular guionizada por Jonathan Hickman y protagonizada por los Illuminati ha sido nuestra favorita. Empezando el año con las secuelas de Infinito y cerrando el 2014 marcando la agenda sobre la cual se vertebrará el año que viene (¿habéis oído hablar de unas nuevas Secret Wars, verdad?), las aventuras de Reed Richards, Tony Stark y compañía han traído más destrucción, más incursión y, nuevos miembros como Bruce Banner o, con motivo de la actual saga vengativa (Time Runs Out), las incorporaciones de Amadeus Cho y Brian Braddock (Capitán Britania, con parche incluido). Ya desde el comienzo de la generación de títulos Marvel Now! y el debut del primer número del tercer volumen de New Avengers, Hickman o el mismísimo Tom Brevoort nos avisaban que estábamos ante la colección más importante de Marvel Comics. Aunque, como ellos mismos admitían, no nos lo pareciera.


Y así hemos llegado a 2014, un periodo en el que se ha producido una escalada de los acontecimientos, ya de por sí dramáticos vistos el año anterior. Durante los primeros números de New Avengers el ritmo de incursiones fue frenético, llegando a presenciar hasta cuatro choques de mundos en el primer arco argumental. Sin embargo, este segundo año Hickman se ha tomado las cosas con más calma y hasta ha dedicado números enteros a ofrecer una perspectiva distinta de los acontecimientos, el punto de vista de los guerreros de otro mundo en vez del de los Illuminati. Hablamos de La Gran Sociedad, un homenaje bastante poco disimulado de Hickman a la Liga de la Justicia (incluso al tipo de capa oscura le ha llamado “Wayne”). También supervivientes de una incursión azul, su enfrentamiento con los Illuminati estuvo repleto de morbo (máxime teniendo en cuenta que la incorporación de Doc Green le perfilaba como el rival más directo del análogo de Superman) y el desenlace sirvió para evidenciar aún más las diferentes posiciones entre los integrantes de la cábala, sobre todo entre Pantera Negra y Namor, quienes han continuado con su disputa y su guerra fría, la cual se remonta a los tiempos de Avengers vs X-Men (o incluso antes).


Precisamente, Namor ha sido quien ha protagonizado uno de los momentos más sorprendentes del año (aunque no el único), quedando demostrado que Hickman tenía pensados todos y cada uno de los movimientos que iban a dar las piezas de su particular ajedrez circular. Expulsado de los Illuminati (sin borrado cerebral, eso sí), ni corto ni perezoso este auto-declarado solitario se ha hecho con un nuevo grupete de amigos con los que combatir posibles incursiones. ¿Sus aliados? Pues nada más y nada menos que los encarcelados de los Illuminati en Wakanda. Es decir: Black Swan, Terrax, Thanos, Proxima Midnight y Corvus Grave. Más que dispuestos en ayudar a esta realidad y, por el camino, saciar toda su sangre matando héroes de universos alternativos, el grupete de Namor incluye lo peor de lo peor… excepto el Doctor Muerte, cuyo orgullo le impide formar parte de este mundo a raíz de no ser la primera opción de Namor.


Pero Hickman tiene planes para el Doctor Muerte. De eso no hay ninguna duda. Si ya adquirió un plan relevante durante su etapa en la Fundación Futuro, aquí no va a ser menos. Ya desde el primer arco argumental, donde presenciaba una incursión azul en los cielos de Latveria, se vaticinaban grandes momentos para Von Doom. Pocos podíamos pensar por aquel entonces que Muerte acabaría asociándose con Owen Reece, Valeria Richards y compañía, desprendiendo un olor a Todopoderoso por todas las esquinas. Tan solo cuando el tiempo se acabe el próximo mes de Abril, podremos salir de dudas.


En definitiva, y a pesar de los hasta seis dibujantes utilizados durante el año (Simone Bianchi, Mike Deodato, Kev Walker, Valerio Schiti, Rags Morales y Salvador Larroca), estamos ante una de las mejores colecciones Marvel de la actualidad. Intriga, acción, dramatismo, muerte de mundos, homenajes por doquier, revelaciones inesperadas, dobles traiciones, tensión y carisma desbordante de los muchos personajes protagonistas para conformar una historia rio de la que todos queremos conocer el final.





Tiempo de Opinión

Y con esto acabamos. Evidentemente muchas se nos han quedado en el tintero, porque al fin y al cabo Marvel Comics publica medio centenar de cabeceras todos los meses, así que disponéis de la sección de comentarios para llamarnos la atención sobre aquellas series que se nos ha olvidado mencionar. O sobre cualquier otro aspecto, como clasificaciones varias como puede ser “Mejor Portada del año”, “Mejor guionista Marvel”, “Mejor dibujante Marvel”, “Mejor resurreción del 2015″ o, yo que sé, “Mejor número unitario” (aunque Fraction y Aja tienen todos las papeletas para ganar esta clasificación). En lo que a la mayoría silenciosa se refiere, tenéis a continuación una encuesta para elegir (con hasta tres votos por persona) a la mejor serie Marvel del 2015.


Note: There is a poll embedded within this post, please visit the site to participate in this post’s poll.



Vía Zona Negativa http://www.zonanegativa.com/marvel-comics-top-10-mejores-series-de-2014/




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